-Sergio Raya-
“QUIEN TIENE MISERICORDIA DE LOS POBRES HACE UN PRÉSTAMO INTERESADO A DIOS”.
El Domingo de Ramos era el día que la Hermandad de la Santa Caridad realizaba la Procesión de los Huesos. Una de las procesiones más populares y afamadas del siglo XVI y XVII en Sevilla. La Hemandad de la Caridad tenía como principal obligación la de enterrar a los pobres, pero no todos los pobres tenían derecho de sepultura en los cementerios de las iglesias que se encontraban en la ciudad. Los extranjeros, los que eran asesinados en los cruces de caminos o fuera de las murallas de la ciudad y los condenados a muerte por la justicia, no podían ser enterrados en las parroquias de intramuros, por lo que la hermandad les daba sepultura en el mismo lugar que eran encontrados.
- Tabla de diputaciones de la Hermandad, Anónimo, 1673, Representación de un entierro por parte de los Hermanos.
- El Santo Entierro de Cristo, Pedro Roldán
- Miguel Mañara ayudando a un entierro, Eduardo Cano, 1879
El Viernes de Dolores, los hermanos de la Caridad, vestidos de gala y a caballo, se dirigían fuera de la ciudad, a esos lugares en los que el año anterior habían enterrado a los cadáveres para desenterrarlos de sus fosas, y guardar sus restos en una «Caja de Huesos» o bien, si el cadáver no se había descompuesto completamente, lo reamortajaban y féretros y cajas eran llevadas en procesión hasta este templo de San Jorge, donde se depositaban en un túmulo cubierto de negro.
El Domingo de Ramos era el día señalado para un espectáculo solemne y multitudinario, los vecinos eran invitados a limpiar y colgar las calles del desfile, en esta ocasión toda la procesión iba a pie y durante todo el recorrido plañian doble las campanas de la Giralda. La procesión comenzaba con el muñidor (Criado de cofradía, que sirve para avisar a los hermanos las fiestas o entierros), tras el 24 niños con velas azules y después la directiva de la hermandad, tras ellos el estamento clerical y finalmente a hombros de hermanos las cajas y ataudes. El espectáculo era entre fastuoso y devoto, haciendo las delicias de los sevillanos.
El Itinerario recorrería las calles Pescaderia, Calle del Pescado, Puerta del Arenal, Calle de la Mar, Calle Génova, Plaza San Francisco, Audiencia, Chicarreros, Mercaderes del lienzo, Arquillo de los chapineros, Francos, Placentines, Catedral y entrada en la capilla del colegio de San Miguel (Plaza del Cabildo), donde se realizaba el enterramiento de los huesos.
Pero en 1675 por expreso deseo de Mañara se suprimirá todo lujo, boato y fastuosidad en la procesión y se reducirá a un sencillo traslado de los restos a dicha capilla de San Miguel por el camino más corto, de este modo se realizaría la procesión hasta finales del S.XIX.
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Este artículo lo ampliamos en nuestra sección #SevillaCuriosa en el programa de radio Toda una Amalgama en Neofm.